Amanecía el 12 de septiembre, en Viena la gente no salía de sus casas, sus pocas tropas restantes se atrincheraron en los muros, donde contemplaban a 70,000 soldados turcos apostados en sitio contra la ciudad de los Habsburgo. Leopoldo I, emperador de Austria, había enviado una petición de ayuda al papa Inocencio IX.
El Vaticano respondió al ver que las tropas de Leopoldo, severamente diezmadas, resistían al enemigo de manera férrea. Convocó entonces a todos los reyes de Europa, y lanzó la última cruzada. Esta es una parte oculta de la historia, la última cruzada, según muchos, había ocurrido unos 64 años antes, o al menos eso te han dicho en los libros de historia.
El papa Inocencio IX llamó a una cruzada, esta fue la última vez que un pontífice convocaba a guerra santa por parte de la Europa cristiana. Dependía de él organizar a los reyes europeos para medir fuerzas contra la marea de turcos que amenazaba con extenderse por todo el Danubio. Esta es la única cruzada que no trató de una invasión contra Jerusalén, sino fue puramente defensiva.
En Viena quedaban aproximadamente unos dos mil hombres de armas, después de haber resistido el embate de Kalá Mustafá y su horda de guerreros otomanos. Los refuerzos que llegaron de toda Europa libraron la no tan famosa batalla de Kahlenberg, participando así en la última cruzada.
Esta última guerra santa pasó desapercibida para muchos, para empezar porque no se invadió nada, nadie regresó con botines inimaginables ni hubo reyes ausentes de casa por años. La batalla duró exactamente treinta y dos minutos, donde los mal preparados turcos perdieron a un tercio de su fuerza combativa… y a su desafortunado líder.
La carta donde el papa convocó a esta cruzada parece haber sido “traspapelada” por siglos enteros en el Vaticano, hasta que Andrea Faggioli, del departamento de historia de la Santa Sede, hizo el descubrimiento en 2015. Esto reescribe la historia de las cruzadas y las guerras entre cristianos y musulmanes. Como dato curioso, Kalá Mustafá, el Gran Visir a cargo del sitio de Viena, al ser ejecutado en la horca dos meses después dijo “Asegúrense de atar bien el nudo”, ¡Un tipo muy rudo! ¿Qué más secretos de la historia permanecen aún hoy escondidos en alguna olvidada librera? Comenta y comparte.
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El Vaticano respondió al ver que las tropas de Leopoldo, severamente diezmadas, resistían al enemigo de manera férrea. Convocó entonces a todos los reyes de Europa, y lanzó la última cruzada. Esta es una parte oculta de la historia, la última cruzada, según muchos, había ocurrido unos 64 años antes, o al menos eso te han dicho en los libros de historia.
Inocencio IX convocando a la última cruzada |
Batalla decisiva
El papa Inocencio IX llamó a una cruzada, esta fue la última vez que un pontífice convocaba a guerra santa por parte de la Europa cristiana. Dependía de él organizar a los reyes europeos para medir fuerzas contra la marea de turcos que amenazaba con extenderse por todo el Danubio. Esta es la única cruzada que no trató de una invasión contra Jerusalén, sino fue puramente defensiva.
La Batalla de Kahlenberg, pintura de Geeres Geheschlicht |
En Viena quedaban aproximadamente unos dos mil hombres de armas, después de haber resistido el embate de Kalá Mustafá y su horda de guerreros otomanos. Los refuerzos que llegaron de toda Europa libraron la no tan famosa batalla de Kahlenberg, participando así en la última cruzada.
Oculta entre el tiempo
Esta última guerra santa pasó desapercibida para muchos, para empezar porque no se invadió nada, nadie regresó con botines inimaginables ni hubo reyes ausentes de casa por años. La batalla duró exactamente treinta y dos minutos, donde los mal preparados turcos perdieron a un tercio de su fuerza combativa… y a su desafortunado líder.
La convocatoria a esta última cruzada |
La carta donde el papa convocó a esta cruzada parece haber sido “traspapelada” por siglos enteros en el Vaticano, hasta que Andrea Faggioli, del departamento de historia de la Santa Sede, hizo el descubrimiento en 2015. Esto reescribe la historia de las cruzadas y las guerras entre cristianos y musulmanes. Como dato curioso, Kalá Mustafá, el Gran Visir a cargo del sitio de Viena, al ser ejecutado en la horca dos meses después dijo “Asegúrense de atar bien el nudo”, ¡Un tipo muy rudo! ¿Qué más secretos de la historia permanecen aún hoy escondidos en alguna olvidada librera? Comenta y comparte.
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COPYRIGHT © Alex Borges
Foto Por Cortesía: taringa.net
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